Lobby y Relaciones Públicas: disciplinas para relacionarse con los grupos de interés

21 de octubre de 2021
Publicado en Public Relations
21 de octubre de 2021 Claudia Giraldo

En la primera temporada de Borgen, aclamada serie sobre política danesa, la recién nombrada primera ministra, Birgitte Nyborg, es presionada por el principal empresario de Dinamarca, Crohne, para intentar parar una ley que impulsa la paridad de género en los consejos de administración. De malas maneras, el empresario, cuyas empresas representan el 11% del PIB del país, amenaza con sacarlas de Dinamarca si sale adelante la regulación.

La palabra lobby es, para muchas personas, sinónimo de corrupción, sometimiento de grandes corporaciones a los poderes públicos o intereses ocultos. Y es cierto que hace años era así. Sin embargo, este sector se ha profesionalizado y escenas como la de Borgen no representan el trabajo planificado, estratégico y diario que realizan los expertos en lobbying.

Ahora, estos grupos de interés tienen una función muy importante en la interlocución de actores sociales, administraciones públicas y empresas privadas. Aportan su visión al debate parlamentario y público y, por qué no decirlo, también juegan sus cartas para conseguir, de forma legítima, las mejores condiciones para desarrollar sus actividades empresariales.

Tradicionalmente, atribuimos la actividad de los lobbies a industrias como la energética, la tabacalera o la de la construcción. Pero los sindicatos, las asociaciones que luchan por los derechos humanos o por la sostenibilidad y el medio ambiente, también son grupos de presión.

En España, todavía tenemos pendiente regular el funcionamiento de los lobbies. Es una recomendación procedente de la Comisión Europea dentro de su lucha contra la corrupción. Ahora, el Gobierno de España ha llevado al Congreso de los Diputados la regulación de una actividad que siempre ha tenido “mala prensa”, pero que funciona con normalidad en todos los países democráticos. Precisamente, regular esta actividad ayudará a crear cauces de negociación ajustados a un marco legal y, seguramente, ayudará a que la sociedad entienda realmente lo que significa “hacer lobby”.

Para comprender la importancia de esta actividad, actualmente en España esta dedicación genera una actividad económica de unos 100 millones de euros al año. Son muchos los grupos de presión existentes en España, que dan empleo a más de 8.000 personas en el país.

En Bruselas, el sector está más profesionalizado, como ocurre en Estados Unidos. Y la evolución de las empresas que destinan fondos al lobby va en la línea del crecimiento de las propias empresas ¿Sabrías decir cuáles son las compañías que más veces han tenido reuniones en el seno de la Unión Europea durante la última década? Todas son tecnológicas. Google encabeza la lista con 265; seguida de Facebook con 165; y el podio lo cierra Microsoft con 157. El crecimiento del sector tech también va unido al crecimiento de las presiones que ejercen las empresas en la vida pública para conseguir sus objetivos.

Dentro de esta especialidad, ¿cuál es el papel de las agencias de PR?

Las funciones que cumple una agencia de relaciones públicas son múltiples y apuntan a diferentes frentes. Quizás, lo más obvio es decir que las agencias trabajan para mantener una relación fluida con los medios de comunicación, que permita a sus clientes tener las apariciones deseadas en prensa.

Pero no solo eso. Generar contenidos, actuar como consultora de estrategias de comunicación, ayudar en la comunicación interna y de crisis o la organización de eventos son algunas de sus funciones. Entre todas ellas, también puede aparecer las relaciones institucionales y lobby.

El lobby y las relaciones públicas

Por eso, el lobby y las relaciones públicas van estrechamente unidos cuando hablamos de las estrategias de interacción entre empresas y gobiernos. Las relaciones públicas las podemos definir como las estrategias de comunicación orientadas a crear un clima favorable que facilite alcanzar los objetivos empresariales a la vez que se obtiene la confianza de los públicos objetivo.

Los gobernantes y legisladores son, dentro de esta estrategia empresarial, uno de los públicos objetivo a los que llegar para ajustar sus decisiones a los intereses privados. Para entenderlo, el lobby está relacionado con la influencia que se hace sobre la regulación de un asunto público.

Las tácticas llevadas a cabo por los lobistas, los planes relacionales, las estrategias de comunicación de la empresa hacia los representantes públicos son herramientas del día a día de las relaciones públicas puestas al servicio de los grupos de presión. Por eso, poner en práctica de forma exitosa las estrategias y tácticas de PR asegurará una influencia positiva de las empresas sobre sus grupos y públicos de interés: los gobernantes.

En Bambu PR, uno de los objetivos que tenemos es trabajar la reputación de los clientes mediante planes relacionales basados en stakeholders y líderes de opinión para conectar con sus públicos y grupos de interés.

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